9/28/2011

Acumetría Instrumental

Introducción

Los diapasones son instrumentos metálicos que pueden ser puestos en vibración a frecuencias determinadas y estables. Están formados por un mango y por dos ramas, que a veces están provistas de correderas para evitar la producción de armónicos.


Consideraciones Generales


Se deben usar principalmente diapasones de frecuencias graves (128, 256, 512 Hz) ya que tienen los mayores tiempos de resonancia; sin embargo, se debe tener especial cuidado de que el paciente este realmente escuchando el tono puro y no solo percibiendo la sensación vibrátil. Los diapasones de frecuencias agudas se usan para obtener información complementaria. 

Para estimular el diapasón se debe golpear en la rodilla o el codo, cerca del tercio medio a tercio distal de las ramas del mismo. No se debe, en ningún momento, tocar las ramas del diapasón en vibración, ya que se puede alterar el tiempo de resonancia y se pueden generar armónicos.

Siempre se debe indicar al paciente que se quite anteojos, aros o cualquier accesorio en la cabeza u orejas que pueda interferir con las pruebas. También se le debe indicar que mantenga la cabeza fija durante las pruebas, para evitar movimientos que puedan modificar las respuestas.


Pruebas de Diapasones

Existe una gran cantidad de pruebas de diapasones, así como variantes de estas. A continuación se describen las pruebas más fáciles de utilizar y que justamente, entregan mayor información . Cabe destacar que no va ser necesario aplicar todas las pruebas en todos los casos, sin embargo, conocerlas y aplicarlas correctamente en los pacientes que no ofrecen respuestas claras con las pruebas básicas, dará una integración más clara de su diagnóstico.

Prueba de Weber
La prueba de diapasones de Weber se realiza de preferencia con un diapasón de baja frecuencia (256 Hz). Después de golpear las ramas del diapasón, la base debe ubicarse en la frente del paciente cercano a donde comienza el cabello. Se le señala al paciente que indique por cual oído escucha el tono. Si el tono lateraliza, lo hará hacia el oído con mejor audición o hacia el oído con una pérdida conductiva. Si el tono es percibido en la línea media o en los dos oídos por igual, es indicativo de que hay una audición normal o la misma sensación sonora en ambos oídos.

Prueba de Rinne

La prueba de Rinne también se realiza con un diapasón de 256 Hz. Una vez vibrando el diapasón, se alterna su ubicación, con su base en la mastoides del paciente y luego de forma lateral (pero sin tocar) al oído externo, mientras se le pide al paciente que indique hasta cuando escucha el tono. Si el paciente escucha el tono durante más tiempo por CA, se dice que la prueba de Rinne es positiva. Un resultado positivo se encuentra en pacientes normales o con pérdidas sensorioneurales. La prueba de Rinne es negativa cuando el paciente escucha el tono durante más tiempo en la mastoides. Un resultado negativo de esta prueba sugiere una pérdida conductiva.


Prueba de Bing


 En virtud de los procedimientos que acabamos de resumir, la precisión de las pruebas de diapasones es altamente dependiente de la habilidad individual del paciente para realizar el juicio correspondiente y de la experticia del examinador con los protocoles de las pruebas. A esto se le suma la recomendación de usar enmascaramiento cuando se realizan estas pruebas, aunque no existen evidencias concretas de que el uso de enmascaramiento aumente la precisión de estas pruebas. En un control de prueba aleatorio, Miltenberg (1994) evaluó la validez de las pruebas de Weber, Bing y de la prueba de Rinne enmascarada y no enmascarada. Describió que la prueba de Rinne tiene una sensibilidad del 84% independiente del tipo de pérdida auditiva y que el enmascaramiento no aumento el rendimiento de la prueba. Las pruebas de Bing y de Weber resultaron no ser herramientas de diagnóstico clínico útiles (Miltenburg, 1994).

Ciertamente, los audiólogos clínicos deben estar en conocimiento con los métodos e interpretaciones de las pruebas de diapasones porque muchos otorrinolaringólogos confían en ellos para confirmar el tipo de pérdida auditiva. Los audiólogos deben ser capaces de explicar, basados en sus conocimientos de las teorías de CO y de las hipoacusias, que cosas discrepan entre las pruebas de diapasones y los resultados de las pruebas audiométricas. 


Referencias Bibliográficas

Becker, W., Heinz Naumann, H., & Pfaltz, C. (1986). Otorrinolaringología: Manual Ilustrado. Antibioticos S.A.

Diamante, V. (2004). Otorrinolaringologia y Afecciones Conexas. Buenos Aires: Ateneo 3ª Edición.

Oliver, S. (2000). Pruebas clínicas mediante diapasones: una excelente herramienta diagnóstica. Revista de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México, 43 (1), 16-18

Vento, B., & Durrant, J. (2009). Assesing Bone Conduction Thresholds in Clinical Practice. En J. Katz, Handbook of Clinical Audiology (págs. 50-63). Baltimore: Lippincott Williams & Wilkins 6ª Edición.

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